martes, 3 de julio de 2007

amanecer en japon

Estaba con una mujer, parece ser idali, vestida de novia en un lugar tan pequeño que solo cabíamos ella y yo, a nuestras espaldas un vidrio, y entre ambos, enfrente una pequeña puerta roja como todo ahí, un pequeño hombre con sombrero de copa entra, se que nos quiere asaltar, y me molesto y le digo “ya güey mejor vete”, va con alguien no esta solo, mira mi reloj y mira una esclava de plata que traigo en la mano derecha, imagino el golpearle la cara y romper con ella el vidrio, la escena cambia, repentinamente estoy entrenando como para boxear, traigo una gorra y encima de ella hay dos, gorros de dos chamarras que traigo, idali sale de la habitación en la que estamos y dice: “ni creas que yo te voy a prestar los 3000” y se va o me pregunto ¿para que quiero ese dinero? Tengo un vago recuerdo que es para los asaltantes y que estoy entrenando para golpearlos, estoy muy enojado y golpeo al aire, estoy solo, parte de mi acompaña a idali, ella va un lugar donde hay mapa gigante sobre una mesa, una voz habla, por la posición en que veo la escena parece ser mía, y dice “martín siempre pudo darle la vuelta a los problemas y aprovechar lo mejor de ellos”, junto a idali hay una mujer rubia, grande y no muy bien parecida, que comenta “nunca supe como hacia eso, aunque estuve mucho tiempo junto a él”, mi parte que esta afuera escucha y me molesto tremendamente, pienso el como puede idali buscar un mapa con un tipo que abuso de ella sexualmente cunado iba en la prepa, y como puede estar así con otra chica que tal ves también fue su alumna y vivió algo parecido y al igual que ella, decía que lo amaba, estoy afuera y enojado y sin recordar como llegue ahí, ocupo entonces mi voluntad, como en los sueños lucidos, para investigar y regreso el sueño, y llega al inicio, la mujer de blanco no tiene rostro, es todas las mujeres y ninguna a la ves, el lugar esta echo de una metal frió y rojo, entra el hombrecillo, y le digo, “tu…, por que nos estas asaltando, que me quieres mostrar?” el solo contesta levantado un poco su sombreo de copa “simplemente por que te dejas asaltar”, intento en ese momento encontrar un significado concreto a sus palabras, en que aspecto de mi vida me dejo asaltar, la respuesta esta frente de mi “ella”, se abre una brecha en el sueño, como si entrara en una puerta, soy oriental, mi ojos y rasgos, voy en una calle amplia, estoy acompañado, me acerco a una local de información turística, hay dos mujeres y una me dice: “tenemos que decírtelo luis, tu madre, la que te amamanto no murió después del derrumbe, muto” , avanzo y la veo pasar en una loba- pantera, que vuela su mutación es que tiene poco pelo, ese país esta gobernado por un régimen autoritario y asesino, uno hombres avientan una bolas de balas que disparan alternadamente y en todas las direcciones, algunos amigos mueren, la forma de salvarse era uno avanzar dando vueltas, es decir echo bolita, la batalla dura todo el día, combate tras combate voy matando a algunos de ellos y ellos a amigos míos, me escondo debajo de una tarima hay un perro callejero y amigable que se acerca a mi, y le pido ayuda, pero es de un niño obeso y que pertenecía al grupo de los “malos”, me dice única te va ayudar por eso se llama mamut, y me doy cuenta de que ese perro es martín, y me voy, mas adelante mato a ese niño, hasta que solo queda el jefe de los gobernares y yo, ya es de noche, subo escalando a la azotea de una casa, que parece contener a todas las casas en las que he vivido, reflexiono cunado voy a llegar a la punta que eso, es pelear mi batallas en el intelecto, nada más pero sigo, arriba en donde va a iniciar, a azotea llego de cabeza, el presidente jefe, llega volando e inicia el combate, lo abrazo y me aviento llevando entre mis brazos tres pisos abajo, hasta el patio trasero, el mete sus dedos en una pistola y yo la descargo volándole tres, empieza a amanecer y yo venzo, ese día es muy luminoso, camino por las calles de la ciudad, solo, sin dinero ni amigos ni lugar donde llegar, y estoy tremendamente satisfecho, me invitaba a pasar en una casa, dentro todo es blanco y un hombre de ma un gran fajo de billetes, los tomo y los guardo en mis jeans, el jefe “malo” se asoma de tras de hombre que me da el dinero y me saluda mostrándome sus dedos que ahora estaba sanos, esta de blanco como todos ahí, me explica que gracias a una pesados de una vasija o caldero que encontraron y pudieron reconstruir encontraron la mera de renacer y evolucionar, que ese régimen para ellos era intolerable, pero que la transformación era violenta e implicaba sus muertes, y que yo era el que fui capaz destruirlos por lo que están agradecidos, pudieron renacer, todos están ahí, mis amigos y los que antes habían sido mis enemigos, todos están contentos de verme, todo es luz.

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